A medida que el joven progresa en entrenamiento, aumenta el grado de dificultad del trabajo a desarrollar, lo que hace que se esfuerce más, poniendo empeño en su concentración mental y física hasta que por su constancia logre dominar las nuevas técnicas.
La práctica de Kumite (combate), lo ayudará a adquirir mayor seguridad y confianza en sus habilidades, y también muy importanmte, lo ayudará a desarrollar tolerancia a la frustración, incentivando su superación personal.