KENSHINKAN EN CHILE

Después de la visita del maestro Akamine, la escuela Ken-Shin-Kan comenzó a funcionar en Santiago, en el antiguo Club de Septiembre (el cual todavía se encuentra allí,Monjitas entre Banderas y Teatinos). Haciendo un poco de historia, la escuela de los hermanos Fernández de la Reguera había funcionado en el mismo lugar, desde hacía un año antes, y en ella se practicaba el estilo Shudokan. Dicho estilo, había sido introducido en Chile, por el maestro Hideo Tsuchiya, y aunque parezca coincidencia, él había conocido al maestro Akamine en Okinawa y había sido su alumno en el estilo Goju-ryu. De modo que fue este maestro quien por primera vez les habló a los hermanos Fernández acerca del maestro Akamine. Antes de que el maestro Tsuchiya introdujera su estilo en Chile, los hermanos Fernández estaban practicando el estilo Shotokan. De manera que, el estilo del maestro Akamine, vino a cambiar completamente los conceptos técnicos que se practicaban en la escuela.

En ese tiempo (1969), la escuela se trasladó a la calle Tenderini (con Moneda), y allí terminó de afianzarse. Luego se trasladó a la calle Lira (Club del Audax Italiano, 1970). Y luego se trasladó al Gimnasio Flores (ubicado en Av. Bernardo O’Higgins con San Isidro). Luego por un breve periodo, la escuela se trasladó a otro gimnasio, perteneciente al Banco del Estado y luego volvió al Gimnasio Flores (1973). En esa época nacieron los dos primeros cinturones negros de la escuela: Froilán Valenzuela y Cristián Arancibia. En 1975, el éxodo continuó y la escuela se trasladó a Echaurren con Av. Bernardo O’Higgins, en donde surgieron nuevos cinturones negros, tales como: Óscar Garcés, Francisco Kamann, Hernán Cortés, Fernando Rivas, Moisés Muñoz y otros.

En 1976 los hermanos Fernández de la Reguera deciden separarse, para que cada uno pudiera dirigir su propio dojo. Raúl vuelve al Gimnasio Flores y establece allí su sede central, y Roberto se queda en Echaurren hasta 1982. Después de la separación, la escuela tomó dos caminos diferentes, ya que las personalidades y la manera de enseñar las artes marciales de ambos hermanos eran muy diferentes. Ello también provocó un proceso natural de selección entre los alumnos, y cada uno eligió el camino que le era más afín.

 

Pasaron nueve años, y las diferencias se acentuaron cada día más, hasta que en 1985, ambos deciden volver a juntarse en un mismo dojo. Esta unión duró hasta 1988, pues, Roberto decide radicarse en los Estados Unidos. Sin embargo, este alejamiento sería transitorio, ya que éste decide regresar a Chile, en 1991. Mientras tanto, en 1990, se había organizado por fin la Federación Chilena de Karate-do, de la cual Raúl había sido nombrado su primer presidente.

Después de llegar de los Estados Unidos, Roberto asume nuevamente la dirección compartida de la escuela con su hermano.

En 1986, se había producido una ruptura importante con varios cinturones negros antiguos de la escuela, y éstos intentaron apoderarse de la escuela Ken-Shin-Kan, desprestigiando a los hermanos Fernández ante la presencia del maestro Akamine. No obstante, no consiguieron llevar a cabo sus propósitos egoístas, pues, a pesar de que el maestro Akamine los escuchó en primera instancia, finalmente decide reafirmar a los hermanos Fernández como sus auténticos y únicos representantes. La lógica decisión del Sensei, produjo una desesperada fuga de los conspiradores hacia otras escuelas, y algunos de ellos tomaron el camino más cínico, se bajaron del barco antes de que se hundiera. Después de este triste episodio, se produjo un alejamiento entre los hermanos Fernández y el maestro Akamine, que duraría siete años. Sin embargo, esta situación llegaría a su fin, cuando Roberto solicita en 1994, ser recibido nuevamente por el maestro. Su solicitud es aceptada, y con un fuerte abrazo entre ambos se sella la misma unión que había existido en el pasado y que se mantendría férrea en su camino hacia la eternidad. Todo esto, provocó una revolución de envidia entre los antiguos conspiradores, pues, era evidente que la luz se había impuesto al color verde-morado que este miserable defecto provoca entre sus víctimas.

 

En 1995, el maestro Akamine abandona la compañía de su amada familia y de sus fieles alumnos, y debe partir al encuentro con sus antepasados, dejándonos un hermoso camino e inolvidables enseñanzas que todos nosotros, los kenchinkanes de corazón, bañaríamos con lágrimas, cada vez que nos acordáramos de los antiguos momentos que habíamos compartido. Antes de partir, el maestro Akamine nombra a Roberto y Raúl, como sus únicos representantes y herederos de la Ken-Shin-Kan.

La Ken-Shin-Kan, se difundió a través de todo Chile y también en el extranjero. A continuación, se mencion en orden cronológico, la historia de las filiales más antiguas en Chile:

La primera filial de la Ken-Shin-Kan se abrió en la ciudad de Rancagua (1970), la cual en ese entonces, estaba dirigida por Omar Roche, quien la dirigió hasta 1985, y luego se apartaría de la escuela. Más tarde, sería dirigida por Benjamín Abarca. Y actualmente, está dirigida por el profesor Mario Díaz.

La segunda filial se abrió en la ciudad de Talca (1971), dirigida por Moisés Muñoz y todavía existe. Últimamente, se abrió un nuevo club en la misma ciudad, dirigido por Raffer Rivera.

La tercera filial se abrió en la ciudad de Curicó (1973), dirigida por Fernando Rivas. Luego éste último, se trasladó a la ciudad de Iquique y asumió la dirección José H. Gonzalez, quien dirigiría dicha filial hasta 1998, debido a su alejamiento de la escuela. Luego, nuevamente se haría cargo Fernando Rivas (1999).

La cuarta filial se abrió en la ciudad de Puerto Montt (1974), dirigida por Hernán Cortés, quien se desempeñaría hasta 1987, debido a su alejamiento de la escuela. Luego, fue reemplazado por Eduardo Godoy, quien la dirige en la actualidad.

La quinta filial se abrió en la ciudad de Chuquicamata (1975), dirigida por Cristián Arancibia. Ésta, funcionaría por un corto período, pues, Cristián emigraría luego a Viña del Mar.

En adelante, se abrieron filiales en: Antofagasta, Calama, Iquique, Quillota, Viña del Mar, San Fernando, Santa Cruz, Concepción, Temuco, Osorno, Valdivia, Constitución, Punta Arenas, Los Ángeles, Puerto Aysén y La Serena.

 

En el extranjero, la escuela se ha difundido a los siguientes países: Uruguay, Paraguay, Argentina, Brasil, Honduras, Estados Unidos, Australia, y España.

         *Este documentación ha sido extraído de la revista «Historia y Filosofía del Ken-Shin-Kan»,
escrita por el Sensei Roberto Fernández de la Reguera.