Origen de las artes marciales

En muchos de los casos se ha considerado al Karate como un arte de lucha de origen Japonés no siendo del todo cierto. Posiblemente la idea más acertada que se tiene es que es un sistema de lucha sin armas que surgió de la India, que centro su cuartel general en China y tuvo un importante punto de desarrollo en la isla de Okinawa.

El marco general de desarrollo fueron los pueblos de oriente, adaptándose a las mentalidades de la época y a las costumbres de esos pueblos. Se mezcló con las luchas autóctonas y fue influenciadas por los pensamientos filosóficos entonces vigentes.Sin ir más lejos, las verdaderas diferencias existentes entre las distintas artes marciales se basaron en la diversidad de la idiosincrasia de los pueblos que con la practica de estos sistemas de lucha dieron origen a sus estilos. Las conclusiones que se tienen hoy sobre el Karate son muy diferentes unas de las otras; algunas consideran el Karate como un arte de lucha, otros como un sistema donde lo fundamental es dar patadas y golpes con los puños terriblemente demoledores, rompiendo objetos, siendo el único factor común entre todas estas conclusiones que fue un arte misterioso. Todas las artes marciales siempre han estado rodeadas de una dosis de fantasía por ser artes orientales, donde hay infinidad de historias magnificadas por personajes de aspecto débil que derrotaban a terribles adversarios, dando lugar a mitos y leyendas.

No debemos olvidar que occidente ha tenido siempre una gran curiosidad por la vida y costumbre de estos países lejanos y exóticos que han redundado en el desarrollo de una imagen algo distorsionar de la realidad. La forma en que occidente ha etiquetado estos temas debido a grandes intereses económicos, y también deportivos, han hecho que las artes marciales se arraiguen con fuerza en occidente pero a base de fundamentos ajenos a la intencion real de estas artes y de sus grandes maestros.

Desde los orígenes del karate la participación del hombre no solo fue por el aspecto combativo, si no también por la practica de la meditación zen, considerando al pensamiento filosófico como el mejor aporte al sistema formativo espiritual del propio practicante, haciéndole participe y utilizando todo ello como forma de relación personal y una forma de vida.El ser humano se ha diferenciado de los animales por su actuación racional, utilizando su inteligencia en sustitución de la fuerza, desarrollando una buena escala de valores. Hoy en día muchas veces esta teoría, «la de la razón», se pierde y no tiene valor, de hecho la propia sociedad se fundamenta en la fuerza para hacerse respetar (poder coercitivo de las leyes). Como contraparte un pensamiento básico del espiritu de las artes marciales es que la utilización de la fuerza puede ser valido algunas veces, como por ejemplo cuando la vida humana es amenazada pero ésta no puede ser utilizado como de destrucción.

Este tema entre otros hacen que el hombre actual, su ritmo de vida, sus manifestaciones secundarias, le llevan a un enrarecimiento prematuro de su cuerpo y de su mente, esta tendencia puede evitarse con la practica de cualquier arte marcial.